Dominio Propio o Subdirectorio gratuito

Hay más de cien millones de blogs registrados en Technorati, muchos de ellos deben ser muy buenos.

Muchas personas – es mi caso en particular – abordamos la actividad de escribir un blog empujados por el deseo ferviente de escribir y de compartir las experiencias personales, familiares, profesionales y de otra índole con el mundo.

La mayoría empieza escribiendo tímidamente al inicio, un par de artículos en el mes. Esperamos comentarios que no suelen llegar tan rápido, porque no se tienen los lectores AUN. Pero, con el tiempo aquellos capaces de desarrollar en el campo de la redacción de artículos de la bitácora logran su cometido. Son leídos y en algunos casos son comentados.

Y luego empieza una verdadera carrera de blogger aficionado. Empiezan a llegar las visitas, se instalan los contadores. Publicamos el feed, y el navegador deja de ser el único medio de lectura para nuestros artículos.

Finalmente, una pequeña proporción de los millones de blogs pasa a una etapa de profesionalización. Se tiene una audiencia cautiva, una opinión con autoridad en un tema y por supuesto un archivo interesante con artículos que han hecho historia y han dejado su huella lo suficientemente profunda para considerarlos verdaderos clásicos.

¿Y el siguiente paso? Allí es cuando muchos bloggers se topan con una dificultad que nunca pudieron preveer cuando dieron sus primeros pasos en la blogósfera. No es algo aislado, de hecho, al suscrito le ha sucedido.

Tenemos el blog alojado en un servicio gratuito, para ser más exacto, tenemos un subdirectorio de un dominio que provee servicios de "blogging" gratuito. Blogger, WordPress.com, Xanga, MovableType, Orble, entre otros, son ejemplos de este tipo de servicio.

He leído por allí que siempre es mejor – aunque no estés seguro del éxito que vayas a tener escribiendo una bitácora – que compres un dominio y un servicio de alojamiento. Ayuda a mantener el control desde el inicio y evita la penosa pérdida de lectores que ocurre al moverse de casa.

Si bien es cierto, los blogs podrían empezar así, también es verdad que no todos están seguros de que van a continuar la actividad de forma permanente. Por ello, creo que es preferible empezar con una bitácora pequeña en un servicio como WordPress.com, y luego de un corto tiempo, evaluar la probabilidad de invertir en el dominio y en el alojamiento.

Pero, ¿qué hacemos en caso de que ya estemos "embarcados" en un servicio gratuito de bitácoras?

Seguro que se van a experimentar algunas pérdidas, pero la experiencia demuestra que se pueden tomar algunas medidas para reducir los efectos colaterales.

  1. Luego de respaldados los archivos del blog original, proceder a eliminar todos los artículos que ahora van a aparecer en el nuevo blog. El efecto colateral es que vas a perder los enlaces desde otras páginas, pero puedes arreglar la actualización de los enlaces con los webmasters de los sitios que te enlazan. Si continuas escribiendo en la bitácora "vieja"seguramente no conseguirás que tus fieles lectores se muevan al nuevo dominio. Una alternativa laboriosa, sería el reemplazar el contenidos de los artículos por un enlace al nuevo artículo, pero esta actividad podría consumir mucho tiempo.
  2. Modificar – en caso de ser posible, lo cual no es cierto en el 100% de los casos – el archivo 404.html o su equivalente, de forma que indique que la página ya no está donde la esperaban los usuarios, porque te has movido a una nueva ubicación. Por supuesto, déjales el enlace a la nueva ubicación.
  3. Escribir un artículo único central en el "viejo" blog, donde expliques de manera suficiente que te has movido a un nuevo dominio. Es conveniente que seas cortés con tus lectores y expliques tus razones – concentrándote en los beneficios que les traerá el cambio.
  4. Actualizar a toda la lista de suscritos – por correo electrónico – enviándoles un mensaje para que se suscriban a la nueva dirección.
  5. Monitorear la eliminación de las páginas del blog original del índice y las búsquedas de Google, Yahoo, MSN, Altavista y demás buscadores.

El mejor consejo es que si te tomas en serio el escribir en una bitácora, cambies – en cuánto te fuese posible – de lugar a un dominio propio.

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